SEAMOS REALISTAS Y HAGAMOS LO IMPOSIBLE
Hola chicos!!!
Hoy os quiero hablar de las emociones positivas y de la importancia que estas tienen en nuestras vidas.
Comenzaré diciendo que las emociones positivas no existen simplemente para hacer más grata la existencia del ser humano, ya que también cumplen importantes funciones adaptativas. Las últimas investigaciones destacan que estas emociones parecen aumentar la resistencia a la enfermedad, y guardar una estrecha relación con una mayor longevidad, además de contribuir notable y positivamente en el desarrollo físico, mental y social de las personas. El concepto "Emociones positivas" hace referencia a todos los sentimientos y afectos de tono hedónico positivo, lo que es agradable, lo que atrae al individuo; y que se oponen a las emociones de tono hedónico negativo, aquello que es desagradable, que genera rechazo.
Como dije anteriormente, es más importante de lo que pensamos mantener la positividad en nuestras vidas, ya que se ha estudiado, por ejemplo, que en situaciones de estrés el hecho de tener menos emociones positivas hace que seamos menos vulnerables a estas situaciones, y por lo tanto, nos generen emociones negativas.
Se conoce que las emociones negativas tienen una función adaptativa, provocándonos sentimientos tales como el miedo, el asco o la ira, cuya función es prevenir de un daño (sea del tipo que sea), en cambio, las emociones positivas no tienen tan clara función adaptativa, ya que el objetivo principal del ser humano sería el de sobrevivir, pasando a un segundo plano el disfrutar de la vida, aunque como seres sociales que somos, también es importante.
Pero estas emociones positivas (optimismo) no siempre traen cosas positivas, ya que en casos de optimismo extremo las personas pueden cometer errores al pensar que hay problemas (los cuales conocen) pero al ser tan optimistas, consideran que a pesar de su existencia, a ellos no les pasará, y por tanto, lo ignoran. Por ejemplo, saben que al salir a la calle y circular por las vías de forma temeraria (o no) puede ser atropellado, pero al tener esa positividad piensa que sí puede pasar, pero que a él o ella no le ocurrirá, ignorando así cualquier peligro.
Estas emociones positivas pueden transmitirse también de forma no verbal (mediante entonaciones, movimientos o gestos) son muy beneficiosas para los procesos cognitivos tales como la memoria, creatividad o categorización, facilitando la adaptación al medio del individuo.
Además, los profesionales que afirman que la actividad cerebral se ve más desarrollada en determinadas zonas del hemisferio derecho, concretamente en la zona donde se permite el estímulo o la respuesta humorística. También demuestran que con estas emociones positivas nuestro organismo es capaz de crear más endorfinas, haciendo más fuerte nuestro sistema inmunológico.
El catedrático Abascal, de la UNED nos indica que debemos buscar el lado positivo a los acontecimientos (ya que hemos comprobado que es muy saludable), pero no a cualquier precio ni de cualquier manera, sino utilizando el término de inteligencia emocional ( que es la capacidad de analizar tanto lo positivo como lo negativo, pero sabiendo potenciar lo positivo).
Ahora, para terminar, haré una reflexión sobre lo explicado previamente.
El primer motivo por el que conviene mantenernos y enfocarnos de forma positiva es porque lo contrario no funciona. Pensar en qué puede fallar, en lo que no controlas, en el peor escenario, en todas las consecuencias negativas y cómo condicionan tu vida, o te convertirá en alguien más resolutivo, capaz, creativo, seguro o feliz. Ser negativo no funciona. Así que solo nos queda la alternativa: tratar de pensar en términos útiles y positivos, aunque solo sea por tener una mejor calidad de vida.
Las personas optimistas procesan mejor la información negativa; a pesar del optimismo, evalúan y gestionan el riesgo, manejan la información compleja con mayor claridad, tienen conocimiento sobre cuándo persistir en la tarea o retirarse a tiempo, y trabajan con mayor creatividad y nuevas ideas.
El optimismo y la positividad no son genéticos, ni dependen de la edad, ni de la calidad de vida que tiene una persona. Solo es una actitud ante la vida. La persona positiva no tiene una vida fácil a su favor, lo que tiene a su favor es su actitud. Ser positivo no te asegura el éxito, ni siquiera una vida plena, pero sí te acerca a ese objetivo, reduce el nivel de estrés y permite contemplar el entorno desde una perspectiva más serena.
Todo necesita un equilibrio. Pensar excesivamente en positivo, como expliqué antes, nos puede llevar a minimizar el riesgo de una decisión y a no contemplar aquello en lo que se pueda fallar, los inconvenientes o desventajas. Pero de ahí a ver todo como un posible fracaso o como algo imposible, hay un término medio.
Nuestra manera de evaluar e interpretar el entorno condiciona la forma en que nos relacionamos con él, las decisiones que tomamos y cómo nos sentimos. Ni podemos ver todo ajeno a la realidad con tal de salir adelante con nuestros sueños, ni podemos verlo como algo imposible. La positividad no es una frivolidad. Es contemplar el futuro, los objetivos y los cambios desde el punto de vista de lo posible, confiando en nuestra capacidad, pero teniendo en cuenta las barreras para darles solución (actuando como dije antes, con inteligencia emocional).
Ahora, os daré algunas pautas para ser personas positivas:
1. Cuida y mima tus pensamientos, son la clave de todo! Debemos tener la capacidad de gestionar, elegir o ignorar aquellos pensamientos que torpedean tu ritmo de vida.
2. No juzgues de forma negativa. Tenemos que tener cuidado con cómo interpretamos lo que ocurre a nuestro alrededor, porque de nosotros depende en gran medida condicionar el futuro y que éste responda a las expectativas que habíamos marcado.
3. Valora objetivamente los problemas, pero con los ojos y la mente de un optimista. De esta manera estaremos orientados hacia la búsqueda de soluciones, en lugar de consumirnos dentro del problema.
4. Confía en tus recursos y enfréntate a los problemas con autonomía y autoridad.
5. Actúa como alguien positivo con soluciones. William James dijo:"Si des ea tener una cualidad... actúe como si ya la tuviera". Por muy negativo que te sientas en un momento determinado, "finge" ser alguien positivo, con la forma de arreglarte, de pensar, de caminar, de sonreír de saludar, con cada pensamiento, expresión y movimiento. Si te observas, verás lo rápido que respondes a esta actuación, y cuando menos te lo esperes, te darás cuenta de que no estás actuando. Esto no significa ser un farsante, significa hacernos cargo de nuestro estado anímico e influir con él con respondabilidad para modificarlo.
"Siempre que pienses algo negativo o preocupante, lo pasas mal. Así que decide dejar de pensar en ello!".
Para finalizar, aquí os dejo una canción del mencionadísimo autor, Juan Carlos Aragón, perteneciente a una de sus comparsas ganadoras (Los Mafiosos, del Carnaval de Cádiz).
Para mi gusto, es muy bonita y creo que fomenta bastante las emociones positivas.
Espero que os guste!
Ahora, para terminar, haré una reflexión sobre lo explicado previamente.
El primer motivo por el que conviene mantenernos y enfocarnos de forma positiva es porque lo contrario no funciona. Pensar en qué puede fallar, en lo que no controlas, en el peor escenario, en todas las consecuencias negativas y cómo condicionan tu vida, o te convertirá en alguien más resolutivo, capaz, creativo, seguro o feliz. Ser negativo no funciona. Así que solo nos queda la alternativa: tratar de pensar en términos útiles y positivos, aunque solo sea por tener una mejor calidad de vida.
Las personas optimistas procesan mejor la información negativa; a pesar del optimismo, evalúan y gestionan el riesgo, manejan la información compleja con mayor claridad, tienen conocimiento sobre cuándo persistir en la tarea o retirarse a tiempo, y trabajan con mayor creatividad y nuevas ideas.
El optimismo y la positividad no son genéticos, ni dependen de la edad, ni de la calidad de vida que tiene una persona. Solo es una actitud ante la vida. La persona positiva no tiene una vida fácil a su favor, lo que tiene a su favor es su actitud. Ser positivo no te asegura el éxito, ni siquiera una vida plena, pero sí te acerca a ese objetivo, reduce el nivel de estrés y permite contemplar el entorno desde una perspectiva más serena.
Todo necesita un equilibrio. Pensar excesivamente en positivo, como expliqué antes, nos puede llevar a minimizar el riesgo de una decisión y a no contemplar aquello en lo que se pueda fallar, los inconvenientes o desventajas. Pero de ahí a ver todo como un posible fracaso o como algo imposible, hay un término medio.
Nuestra manera de evaluar e interpretar el entorno condiciona la forma en que nos relacionamos con él, las decisiones que tomamos y cómo nos sentimos. Ni podemos ver todo ajeno a la realidad con tal de salir adelante con nuestros sueños, ni podemos verlo como algo imposible. La positividad no es una frivolidad. Es contemplar el futuro, los objetivos y los cambios desde el punto de vista de lo posible, confiando en nuestra capacidad, pero teniendo en cuenta las barreras para darles solución (actuando como dije antes, con inteligencia emocional).
Ahora, os daré algunas pautas para ser personas positivas:
1. Cuida y mima tus pensamientos, son la clave de todo! Debemos tener la capacidad de gestionar, elegir o ignorar aquellos pensamientos que torpedean tu ritmo de vida.
2. No juzgues de forma negativa. Tenemos que tener cuidado con cómo interpretamos lo que ocurre a nuestro alrededor, porque de nosotros depende en gran medida condicionar el futuro y que éste responda a las expectativas que habíamos marcado.
3. Valora objetivamente los problemas, pero con los ojos y la mente de un optimista. De esta manera estaremos orientados hacia la búsqueda de soluciones, en lugar de consumirnos dentro del problema.
4. Confía en tus recursos y enfréntate a los problemas con autonomía y autoridad.
5. Actúa como alguien positivo con soluciones. William James dijo:"Si des ea tener una cualidad... actúe como si ya la tuviera". Por muy negativo que te sientas en un momento determinado, "finge" ser alguien positivo, con la forma de arreglarte, de pensar, de caminar, de sonreír de saludar, con cada pensamiento, expresión y movimiento. Si te observas, verás lo rápido que respondes a esta actuación, y cuando menos te lo esperes, te darás cuenta de que no estás actuando. Esto no significa ser un farsante, significa hacernos cargo de nuestro estado anímico e influir con él con respondabilidad para modificarlo.
"Siempre que pienses algo negativo o preocupante, lo pasas mal. Así que decide dejar de pensar en ello!".
Para finalizar, aquí os dejo una canción del mencionadísimo autor, Juan Carlos Aragón, perteneciente a una de sus comparsas ganadoras (Los Mafiosos, del Carnaval de Cádiz).
Para mi gusto, es muy bonita y creo que fomenta bastante las emociones positivas.
Espero que os guste!
Comentarios
Publicar un comentario